Un reno con la nariz iluminada de rojo encabeza esta felicitación navideña. Es una ilustración sencilla que anima a imaginárselo surcando el cielo, de chimenea en chimenea, ayudando a Papa Noel a repartir felicidad. Los dos palitos de caramelo que forman un corazón refuerzan este regreso a la infancia y también el color lila azulado que transmite tanta serenidad como ilusión.
El mensaje es un clásico “Feliz Navidad y próspero año nuevo”, con letra clara y en cursiva. Debajo hay una hoja en blanco para poder explicar cuáles son los deseos que se quieren compartir con los destinatarios de la tarjeta navideña. No es necesario un texto muy largo, solo un par de frases tan emotivas como sinceras.
El dibujo y el regreso a la juventud hacen que sea una postal corporativa para empresas más jóvenes, no tan orientadas a iconos tradicionales de estas fechas. Además, puede resultar conveniente para negocios relacionados con juguetes y paquetería.